El Jardín Planetario se ubica en la parte más alta de la ciudad con vistas a los Alpes. Consiste en un camino y una estancia. La estancia es un artefacto que funciona como un observatorio sensorial. Su imagen exterior esta hecha de “paisaje”: se construye mediante pacas de paja tratadas con hidrosiembra. Su apariencia cambia a lo largo del tiempo. Dentro, el camino cruza la estancia a través de un patchwork de flores que reaccionan de algún modo al día o la noche y a los diversos ciclos temporales. El techo de la habitación es abierto, formado por una enramada de jazmines y algunas flores artificiales de color blanco. De día la enramada de flores blancas genera luces y sombras y un cielo de “estrellas” que forman las flores. De noche se ilumina la estancia con las llamadas “luz negra” y “luz de la luna” lo que genera percepciones distintas de las naturales: las plantas del suelo cambian su coloración y las de la enramada superior brillan en blanco luminoso intenso confundiéndose el cielo real (visto a través de los huecos de la enramada) con el artificial y brillante. Se orienta a norte donde se localiza la estrella polar. La experiencia, al no ser habitual, atrae la atención y potencia la conciencia perceptiva en el lugar.

Autoras: Mª Auxiliadora Gálvez Pérez y Izabela Wieczorek (Gálvez+Wieczorek)

Colaboradores: Juan Lobato, Jean-Baptiste Joye, Carla de Prada, Plácido González, Oscar Miravalles (ing. de montes) y María Ondaro (ing. de montes)

Promotor: Lausanne Jardins 2009

Fecha: 2008

Estado: Distinción en el Concurso Internacional de Ideas Lausanne Jardín 2009

Emplazamiento: Lausanne, Suiza