LA PIEL EN EL AIRE… un proyecto de COALESCENCIA SOMÁTICA

La coalescencia es la propiedad de las cosas de unirse o fundirse. Se refiere a cuando diversos “materiales” se unen en un solo cuerpo. Es un concepto que proviene de la física y la química pero antropólogos como Tim Ingold también lo usan con relación a las personas cuando se ven sumergidas en un evento común, medioambiental, ecológico.

Lo somático alude a percibirse en primera persona como ser encarnado, a percibirse en acción atendiendo a cómo hacemos lo que hacemos. Pero esta percepción es inseparable del medio y de otros cuerpos a los que estamos vinculadxs. Se trata de un punto de vista interior que necesita del vínculo con otros organismos- podríamos decir del vínculo encarnado siguiendo a Judith Butler- y del entorno soporte- vínculo material orgánico o inorgánico- para obtener información y material cognitivo. A través de los somático se produce un acercamiento empático a la estructura de lo vivo de todos los tiempos… profundizas en tu estructura viva y comprendes…

La coalescencia somática sería esa posibilidad de ser cuerpo de otros. Si la inmersión en eventos produce este fundirse entre organismos, la variante somática incluye además la performatividad, y si se extiende a otros organismos que solo observan podríamos decir que es a través de un efecto de meta-cenestesia que pondría la empatía y la imaginería motora de nuestros cuerpos en acción. Pero en la coalescencia somática los cuerpos performan juntos. La herramienta es el ritual. Si bien se puede extender a lxs observadorxs y receptorxs de la acción y esto puede ser un efecto de larga distancia geográfica, los efectos de más intensidad son los de reforzamiento de las redes y ecosistema locales. Solo al performar juntxs en otra localización se produce un efecto de igual intensidad.

La coalescencia somática hace a múltiples cuerpos actuar como uno… y ese uno asume la multiplicidad como su principal característica… hablamos de un único cuerpo múltiple mientras dura la fase o estado de coalescencia… pero al deshacerse la unión- los vínculos son dinámicos- cada cuerpo conserva esa conciencia somática de red… una conciencia de mayor resiliencia y capital social… una conciencia de formar parte de una corriente inmersiva política. Durante la coalescencia somática las relaciones entre los organismos son horizontales, el poder es atmosférico y encarnado en un único cuerpo múltiple.

Dos ejemplos de esta coalescencia encarnada: el primero, hace unos meses cuando las mujeres chilenas cantan y performan juntas “Un violador en tu camino”. El segundo en pleno desarrollo estos días. Cada noche las gentes confinadas en sus casas por la crisis del coronavirus, salen a sus balcones y aplauden y gritan para agradecer a sanitarios y otros grupos de trabajadores su acción constante para mantenernos estos días. Palabra, movimiento, escucha… la atención se torna solidaria, atiendo a lo que tu atiendes… la atención de un solo cuerpo emotivo frente a una crisis común.

La coalescencia somática abre ventanas de posibilidad. Rompe hábitos generando rituales de transformación.

La coalescencia somática propone una actitud arquitectónica concreta. Si tomamos un punto de vista nuevo materialista- monista- nuestras construcciones también pueden constituirse como infraestructuras de coalescencia somática. Según su materialidad (se compone también de organismos vivos), su tranformabilidad/ adaptabilidad (cambia a lo largo del tiempo, nace y muere) y su capacidad performativa en sinergia (coalescencia) con los cuerpos que la habitan. Se hacen a la vez, son.

Genera rituales comunes para diversos organisnos y materialidades (vinculo encarnado y vínculo material), unos cuerpos se acogen al operar de otros (ej. fachadas que se comportan como el tejido de los pétalos de una flor), pero también unos cuerpos (y obviamente hablo aquí de cuerpos humanos y no humanos) asumen afectos y relaciones políticas de los otros. Esta arquitectura comparte cuerpo político, conceptual, emotivo, semántico, fisiológico con los organismos que la conforman. Esta arquitectura no se habita, se hace, se performa. Los organismos vivos y los materiales están en coalescencia somática formando un único cuerpo y también afrontan crisis, juntos, creando resiliencia.

Un ejemplo de esto lo vemos en nuestros prototipos READY-MADE (#1,#2 y #3), donde las distintas partes- vivas o no- se constituyen mutuamente según un único cuerpo que enfatizamos como arquitectónico a partir de ligeras manipulaciones.

También lo vemos en nuestro estudio de los sistemas del proyecto “LA PIEL EN EL AIRE”, donde las flores, la meteorología o los cuerpos no están en la arquitectura, no la habitan, sino que SON esa arquitectura… o dicho de otra forma, múltiples cuerpos devienen cuerpo arquitectónico, en coalescencia somática. Los sistemas técnicos emergen de sus políticas, sus fisiologías, sus anatomías, sus químicas. La piel de un ser vivo, cuando pasa a ser arquitectura en coalescencia somática, se diversifica en capas y tejidos que performan según un ritual común.

Una de las lecciones somáticas* más interesantes de experimentar es la denominada “Molding the skin behind the Body” en ella, de forma paulatina, siguiendo la acción ritual de colocarnos poco a poco una segunda piel como si fuera un delantal que se va atando en distintas zonas, la experiencia es la de vernos en relación con otra piel que no es la nuestra. Esa piel puede revestirse de cuerpo político, vital, emotivo, anatómico. Esto dependerá de nuestra imagen corporal que se alimenta del ya mencionado vínculo encarnado… y así las cosas, esto puede crear una bella consecuencia de coalescencia somática, de empoderamiento al tener una fusión con esa otra materialidad que se torna soporte o protección, o por el contrario, puede crear un efecto de opresión e imposición de lo ajeno, de peso soportado. La arquitectura somática de “LA PIEL EN EL AIRE” quiere promover el primer tipo de experiencia, quiere abandonar la imposición fija. La arquitectura somática deviene con los materiales y cuerpos de los distintos organismos.**

15 de marzo de 2020, Madrid.

* “Molding the Skin behind the Body” es una lección de ATM (Awareness Through Movement- Autoconciencia a Través del Movimiento) del método Feldenkrais de educación somática. Este método es el que se ha usado como herramienta de investigación a través de la performance a la hora de hacer este proyecto. La lección es la numerada como AY #167.

**Materiales: Madera, bio-cuero, agua, bio-plástico, aire, cera, corcho, plantas polinizadoras, insectos… cuerpos, sol, tierra…

Autora: María Auxiliadora Gálvez

Fecha: 2020

Estado: Proyecto en curso.