El trabajo con diversas formas de energía, pero también con el aire que nos rodea en general, es parte fundamental de este capítulo. Se trata de cuestiones termodinámicas y ecológicas pero también de las relativas a los efectos sensoriales que éstas producen. Las atmósferas creadas en muchos casos son aspectos visibles de intercambios energéticos o termodinámicos. Otras se refieren a formas de cognición corporales difícilmente verbalizables o materializables en situaciones fijas, requieren ser volubles y cambiantes. Estas atmósferas tienen connotaciones sociales creando situaciones en las que el efecto de coalescencia nos hace ser partícipes de una comunidad y de un tiempo. Las atmósferas e intercambios energéticos se estudian y diseñan tanto en el paisaje- Europan 11 Oslo- como en el espacio público urbano- Gran Vía Atmosférica- o en determinados edificios- Taichung o el Mercado de Roquetas de Mar.